Seis horas depues de haber llegado, me sente a comer una ensalada en la mesita que mira a la ventana principal.
En el dedo gordo de la mano derecha ardia una llaga al contacto con el tenedor.
seis horas antes habia ido a entrevistarme con el propietario. Poco duraron las preguntas, pronto me encontre lavando platos sin descanso, seis horas despues tenia mi primer descaso.
Es bueno tener un trabajo, pensaba mientras masticaba un trozo de tomate con cruton y aderezo.
Voltee a la acera de enfrente y vi a un joven alto, de pelo negro, pecoso, que caminaba a prisa con un maletin colgando, unos libros en una mano y en la otra un borrador y pintarrones.
Pobre profe, pense.
Pobre empleado, penso.
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1 comentario:
En Nueva Zelanda no existen los teclados con acentos, al parecer.
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